Construcción 4.0, el futuro precipitado al presente.
Ni Nostradamus o los Simpson pensaron que, en menos de un semestre, la Productividad en Construcción disminuiría tan dramáticamente. Incluso pensar en un Armagedón que nos obligara a precipitar nuestra retirada a Marte, habría parecido más creíble que la sumatoria de pandemias que estamos sufriendo.
Pero este escenario, no se ve tan descabellado si pensamos en que deberíamos reinventarnos para construir como si estuviéramos en Marte, con trajes espaciales que nos ayuden a llevar la cuarentena o distancia social, en vez de quedarnos enclaustrados sin poder avanzar.
En este sentido, la crisis actual debería ser una oportunidad para cambiar nuestra forma de abordar la industria, creando nuevas tecnologías y hábitos que antes parecían más propios de una serie de Netflix. Tendremos que buscar los medios para avanzar en las obras tecnificadamente, con RRHH acotados a labores que no puedan ser dejadas a las máquinas, ya que estas dominarán gran parte de los procesos constructivos, ya sea en terreno o industrializando vía prefabricación y modularización, preparadas en ambientes controlados y automatizados, cuestión que se traducirá necesariamente en una recuperación y aumento sostenido de productividad.
Pero, la pregunta es: ¿cómo partimos reinventando la “nueva normalidad de la construcción”? Y la respuesta está en la Construcción 4.0, con una combinación de “Transformación Digital” sumada a procesos de “Industrialización”. Vale decir, aprovechar la tecnología digital para plasmar los proyectos con procesos de alta productividad y eficiencia en el uso de los recursos.
Sin embargo, en estos tiempos, vemos qué hay obras que están parando y que, las que están aún en pie, han disminuido enormemente sus ritmos y avances. Pero, ¿estamos realmente imposibilitados de avanzar? ¿Por qué no estamos construyendo al menos en formato virtual? Hoy, hasta un infante domina el BIM (Minecraft o Roblox), cuestión que deberíamos estar imitando en este momento, planificando y replanificando tanto con herramientas de innovación por medio de metodologías ágiles como Last Planner/Lean Construction y Design Thinking, que van en la línea de la Transformación Digital, para generar data medible y ejecutable a través de robótica e IoT, de tal forma de ejecutar y controlar los avances de obra, por ejemplo, mediante Drones que contrasten con los modelos BIM con Inteligencia Artificial, evitando el retrabajo y acelerando el ritmo de obra.
Un ejemplo concreto de esto es el registro de controles de calidad que se están haciendo en el Puente del Canal del Chacao, con tecnología K-Sito 4.0 desarrollado por una empresa chilena líder mundial en Inteligencia Artificial, experta en monitoreo de activos mediante procesamiento de imágenes capturadas por drones con tecnología Lidar y procesadas con IA, para entregar data en tiempo real ya sea mediante realidad virtual, aumentada o a un smartwatch con información de modelos BIM.
Con tecnologías cómo está, que están a la mano y no son novelas futuristas, deberíamos aprovechar de construir lo mínimo en terreno, para dedicarnos más al montaje de lo que se construya, en ambientes controlados con escenarios de prefabricación automatizada.
De esta forma, la nueva normalidad apuntará al cambio de paradigma desde construir en forma presencial, hacia una transformación a construcción digitalizada y materializada con robótica industrial y mínimos recursos humanos necesarios para el mejor desempeño de obras de I&C.
Así como en su tiempo los egipcios construían pirámides con mareas humanas, demorando décadas en lo que hoy demoraríamos años con mucho menos mano de obra y mayor maquinaria, deberemos dar un nuevo salto tecnológico «trayendo precipitadamente la Construcción del Futuro al presente», con esta forma de construir que veíamos tan sacada de una novela de Julio Verne y lejana en el tiempo, intensificando la tecnología y el automatismo robótico, con el consiguiente avance de nuestras obras, con productividades que alcancen los mismos resultados, pero en meses o días, tal como por ejemplo, el hospital de Wuhan que fue construido tan solo en 10 días con uso intensivo de la Construcción 4.0.